En el marco de un juicio seguido contra Ross Ulbricht, quien es sindicado como el responsable de Silk Road, un sitio para vender artículos ilegales, el ministerio de justicia de Estados Unidos declaró que el gobierno estadounidense está facultado para hackear servidores fuera de las fronteras del país si albergan sitios web criminales.
Ulbricht, por su parte, afirmó al declarar en el juicio que las explicaciones que daba el gobierno de Estados Unidos para explicar cómo había encontrado los servidores de Silk Road eran descabellados. El gobierno estadounidense habría explicado que la IP se habría filtrado a través de un CAPTCHA para identificarse en el sitio web. Ulbricht aseguró que el gobierno habría hackeado ilegalmente el sitio para encontrar su ubicación física.
El ayudante del fiscal federal, Serrin Turner, argumentó:
Incluso si el FBI hubiera de alguna forma ‘hackeado’ el servidor de Silk Road para identificar su dirección IP, una medida de este tipo no estaría protegida por la Cuarta Enmienda.
Ya que los servidores se encontraban fuera de Estados Unidos, la Cuarta Enmienda (que protege a los ciudadanos norteamericanos de pesquisas y aprehensiones arbitrarias) no habría solicitado una orden judicial para ingresar al servidor.
Dado que el servidor de Silk Road estaba almacenando un sitio web abiertamente criminal, habría sido razonable para el FBI ‘hackearlo‘ para así encontrarlo, y cualquier ‘hack’ debería simplemente considerarse una inspección a bienes extranjeros que contienen evidencia criminal, para lo cual no es necesaria una orden judicial.
Estamos, sin lugar a dudas, ante un precedente peligroso, ya que ¿quién determina si un sitio web es criminal? ¿EE.UU., de forma unilateral, como en este caso? Esto es, a todas luces, arbitrario.