Tableros eléctricos

Los tableros eléctricos y la seguridad en el trabajo

Dado que los tableros eléctricos cuentan con una alta presencia de energía eléctrica, es imprescindible que cualquier trabajo que se realice en ellos respete las medidas de seguridad obligatorias.

Las mencionadas medidas de seguridad deben observarse con máxima rigurosidad, dado que trabajar con energía eléctrica puede traer aparejado riesgos tales como quemaduras, mutilaciones y hasta la propia muerte de quien opera con electricidad.

En primer lugar, los tableros eléctricos deben llevar una leyenda, en forma visible, legible e indeleble, que contenga la marca de fabricación, la tensión de servicio, la corriente nominal y el número de fases. Asimismo, deben encontrarse señalizados con la advertencia “riesgo de electrocución”. También, deben estar cerrados con llave, ubicarse dentro de cajas, gabinetes o armarios cerrados, y ser instalados en lugares seguros, de fácil acceso y libres de obstáculos.

Los tableros eléctricos, así como todo aparato eléctrico, como ser las tomas de corriente o los sistemas de iluminación, nunca deben entrar en contacto con agua o humedad, salvo que sean a prueba de agua. En este sentido, jamás se deben operar tableros, aparatos o extensiones eléctricas con las manos mojadas, o el calzado húmedo o mojado, o con la superficie donde se pisa húmeda o mojada.

Otra de las medidas de seguridad es que todo tablero eléctrico debe tener una barra o puente de conexión a tierra. Cuando la caja, gabinete o armario que contiene en su interior al tablero sea metálico, el mismo deberá protegerse contra tensiones peligrosas y deberá ser conectado a tierra, así como también a las mallas o cercos de metal que rodean a los transformadores y dispositivos de distribución. La puesta a tierra y su correcta instalación debe ser comprobada inmediatamente después de realizada, como así también después de cada reparación o modificación, y cada año en forma regular.

Con el fin de evitar accidentes, el tablero debe encontrarse blindado, y los elementos conectados a fuentes de Alta Tensión deben estar encerrados, para evitar el acceso de personas no autorizadas. El piso que se encuentra alrededor del tablero y los elementos conectados a Alta Tensión debe estar aislado. Los circuitos de cada uno de los elementos del tablero deben ser de fácil reconocimiento y acceso, y es conveniente poner a tierra las manivelas. Para realizar reparaciones, debe bloquearse el paso de corriente.

La energía eléctrica y el cuerpo humano: un choque eléctrico en el cuerpo humano puede traer aparejados múltiples efectos dañinos, los cuales se encontrarán determinados por los siguientes aspectos:

  • La intensidad de la corriente: La corriente eléctrica causa efectos nocivos para el organismo humano. El límite de intensidad peligrosa para una persona es de 25 miliamperios (mA).
  • Frecuencia de la corriente: La frecuencia es la causa de un gran número de accidentes, ya que interfiere la frecuencia del ritmo cardiaco, ocasionando la fibrilación del corazón (paro cardiaco). Es necesario tener en cuenta que las frecuencias de la energía eléctrica comprendidas entre 25 y 2000 cps (Hertz) ofrecen riesgo de fibrilación cardiaca muy grande.
  • La resistencia eléctrica del cuerpo humano no es constante, sino que presenta variaciones en:
  • La piel a la entrada de la corriente.
  • La piel a la salida de la corriente.
  • Los tejidos y órganos internos.
  • Estado anímico.

Para la piel húmeda, la resistencia es de 100 a 500 ohmios en corrientes alternas y de unos 1800 ohmios en continua. En tanto, para la piel seca, la resistencia varía de 100.000 a 600.000 ohmios, alcanzando hasta 1.000.000 ohmios. La resistencia interna promedio del cuerpo aproximadamente es de 500 Ohms.


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