Mark Zuckerberg lidera el proyecto internet.org, que de a poco nace en América Latina.
En India, por su parte, donde dicho proyecto ya ha penetrado, se evidenciaron las primeras reacciones adversas.
Zuckerberg ofrece a través de este plan un servicio de internet gratuito para áreas como salud, trabajo y educación en aquellos países donde las barreras culturales y sociales son tan grandes que se hace difícil que una persona tenga acceso a internet.
En defensa de su proyecto, Zuckerberg argumenta:
«Al hacer alianzas con operadores móviles y gobiernos, Internet.org ofrece acceso gratuito en el idioma local a servicios de Internet en áreas como trabajo, salud, educación y mensajería.»
«Si no puedes solventar el pago por la conectividad, siempre es mejor tener algo de acceso y voz que no tener nada.»
La gran polémica recae en que varias empresas indias consideran que el proyecto de Zuckerberg atenta contra la neutralidad de la red. En efecto, el argumento del creador de Facebook de que una mayor conectividad es positiva para el mundo es cierto, pero estas empresas creen que se paga un precio muy alto por conectar a gente a través de Facebook, creando de esta manera jardines vallados donde detrás del acceso a internet se encuentran los intereses de terceros, que controlan dicha conexión.
Por su parte, Zuckerberg asevera que su proyecto para nada atenta contra la neutralidad de la red, al afirmar que Internet.org «no bloquea ni entorpece a otros servicios ni crea vías rápidas; nunca vamos a prevenir que la gente acceda a otros servicios.»
Y sin lugar a dudas el interés de Zuckerberg en India se debe a que se trata del tercer país con más personas conectadas a la red (243 millones de personas), pero con un potencial gigantesco (1.267 millones de habitantes). Para ponerlo en perspectiva ni siquiera la quinta parte de su población total se encuentra conectada, con lo que se trataría de un negocio más que auspicioso para empresarios como Zuckerberg.