Por definición, puede hablarse de alta tensión cuando se está en presencia de una tensión nominal superior a 1000 v.
En trabajos en alta tensión, es muy frecuente la ocurrencia de accidentes, los cuales pueden estar motivados por diversas circunstancias, entre los que pueden citarse:
- Deterioro de materiales aislantes.
- Aproximación excesiva a partes donde hay tensión.
- Tensiones de paso peligrosas.
- Realización de trabajos sin contar con las debidas medidas de seguridad.
Con el objeto de evitar accidentes, existen métodos de protección, los cuales consisten en:
- Seleccionar el nivel de aislamiento de manera coordinada para la tensión.
- Realizar conexiones equipotenciales y a tierra establecidas por la legislación, para evitar tensiones de contacto indirecto peligrosas.
- Seleccionar, ajustar y verificar las protecciones según las características de la instalación.
- Impedir la aproximación a las partes activas no aisladas.
- Realizar inspecciones periódicas de las instalaciones.
- Reducir las tensiones de paso.
- Exigir el cumplimiento de las medidas de seguridad necesarias en la realización de los trabajos.
- Realizar las maniobras utilizando las medidas de seguridad establecidas en la legislación.
Además, vale mencionar 5 reglas, las cuales deberán respetarse a rajatabla cuando de trabajos en alta tensión se trata. Dichas reglas constituyen precauciones básicas necesarias e imprescindibles a tener en cuenta.
En primer lugar, deberán desconectarse todas las posibles alimentaciones a la línea, máquina o cuadro eléctrico. Deberá tenerse especial cuidado con la alimentación a través de grupos electrógenos u otros generadores, sistemas de alimentación interrumpida, baterías de condensadores, entre otros.
Para cerciorarse que el corte ha sido bueno, los contactos deben poder verse abiertos y con espacio suficiente para realizar el aislamiento. A esto se lo denomina corte visible.
Como en los equipos modernos no es posible ver directamente los contactos, los fabricantes incorporan indicadores de la posición de los mismos. Si la aparamenta está debidamente homologada, tenemos la garantía de que el corte se ha realizado en condiciones de seguridad. Esto es el corte efectivo.
En segundo lugar, debe mencionarse el enclavamiento, bloqueo y señalización. Deben prevenirse posibles reconexiones, utilizando a estos efectos medios mecánicos, como pueden ser los candados, por ejemplo, evitando medios fácilmente anulables.
En tercer lugar, debe verificarse la ausencia de tensión. Cuando se trabaja con electricidad, se presume que los elementos están en tensión, salvo que se demuestre lo contrario. Antes de emprender un trabajo eléctrico, debe comprobarse la ausencia de tensión, empleando a estos efectos los procedimientos y equipos apropiados.
La verificación de ausencia de tensión debe hacerse en cada una de las fases y en el conductor neutro, en caso de existir.
En cuarto lugar, la puesta a tierra y cortocircuito. Este es un paso importante, ya que en el caso de que la línea o el equipo volviesen a ponerse en tensión, bien por una realimentación, un accidente en otra línea (fallo de aislamiento) o descarga atmosférica (rayo), se produciría un cortocircuito y se derivaría la corriente de falta a tierra, quedando sin peligro la parte afectada por los trabajos.
Por último, deberá señalizarse la zona de trabajo. Así, la zona donde se están efectuando los trabajos deberá señalizarse por medio de vallas, conos o dispositivos similares.